Rincón de los Padres:
Autoestima: Expectativas y Rendimiento Escolar (extraído de la revista de UNICEF)
Uno de los aspectos sobre el cual los padres tienen una gran influencia es el desarrollo de la autoestima de sus hijos. La que se define como el grado de satisfacción y valorización que una persona tiene de sí misma. OJO: El sentirse satisfecho con uno mismo no quiere decir que no se desee cambiar en algunos aspectos.
Sin embargo, una persona con confianza en sí misma acepta de modo realista sus limitaciones sin tomar una postura excesivamente crítica, e intenta mejorar facetas en que evalúa que tiene dificultades.
La autoestima se construye desde la infancia.
Los juicios de otros, especialmente de la madre, el padre u otro adulto significativo de la familia, afectan de manera decisiva la percepción que el niño o adolescente se va formando de sí mismo.
Si un niño o niña recibe constantes descalificaciones aprenderá a juzgarse mal y se producirá un autorechazo, a veces acompañado de conductas autodestructivas.
En cambio, un niño o adolescente que goza del respaldo y apoyo de sus padres (que lo quieren a
pesar de sus tropiezos y fracasos), tiene confianza en sus capacidades y enfrenta las dificultades con su propio esfuerzo.
Las expectativas de los padres y la autoestima están ligadas al rendimiento escolar.
En el colegio, el niño es evaluado por sus progresos, éxitos y fracasos. Estas evaluaciones también van dejando huellas en la imagen personal. Las heridas a su autoestima pueden
tener efectos que inciden en su vida presente y futura. Las experiencias repetidas de fracaso y frustración, disminuyen su autoestima, al mismo tiempo que perjudican su motivación y aminoran sus esfuerzos para el logro académico, además de ponerlo agresivo, irritable, poco cooperador y menospreciador de lo alcanzado por los demás.
Tanto los padres como los profesores pueden ayudar a los niños a enfrentar de mejor manera la experiencia escolar, demostrándoles que confían en ellos, que creen en sus capacidades de aprender y de tener buenos resultados académicos. Los niños, a su vez, confiaban en sus propias capacidades y se esforzaban por lograr buenos resultados.
Las expectativas que tienen los padres en relación al futuro de sus hijos afectan el rendimiento escolar.
Numerosos estudios nacionales e internacionales demuestran que los padres que consideran que la educación es fundamental para el futuro de sus hijos y que creen que ellos completarán la educación media y llegarán a estudios superiores, tienen hijos con buen rendimiento.
Áreas de la autoestima e imagen personal
Autoestima Corporal: ¿Me gusta mi aspecto físico?, ¿Soy hábil con mi cuerpo?, ¿Me siento aceptado/a con el cuerpo que tengo?
Autoestima Familiar: ¿Me siento querido/a por mi familia?, ¿Se respetan mis ideas y opiniones?
¿Valoran mis esfuerzos?
Autoestima Social: ¿ Me tienen simpatía los demás niños?, ¿Me incluyen en sus actividades?
¿Toman en cuenta mis ideas?
Autoestima Académica: ¿Me siento bueno para los estudios?, ¿Considero que soy inteligente?
¿Me percibo con capacidad de aprender?
Consejos para mamás y papás
- Asuma un rol activo en la construcción de una autoestima positiva de su hijo.
- Muestre confianza en las capacidades de aprender de su hijo.
- Aproveche situaciones cotidianas para que su hijo aprenda (en la cocina, en arreglos caseros, en la confección de regalos, en los cálculos de compras y gastos, etc.).
- Reconozca sus habilidades en la vida diaria.
- Recuerde alguna persona de su familia quede niño le alimentaba la seguridad en sí mismo ¿Cómo lo lograba?.
- Complemente el afecto y la protección con exigencias razonables y acordes a la edad, ritmos y niveles de aprendizaje de su hijo.
- Reconozca y valore los esfuerzos que su hijo hace para aprender y superarse.
- Muéstrele a su hijo que tiene altas expectativas para su futuro, que cree que si se esfuerza puede tener buenos resultados académicos y continuar estudios superiores si lo desea.
- Reconozca si su hijo tiene una dificultad, sin generalizarla a todo su comportamiento (es mejor decir “estás flojo para estudiar” que “eres flojo”).
- No castigue, descalifique ni retire el afecto cuando su hijo baje su rendimiento; converse y pregúntele acerca de cómo ayudarlo a mejorar.
- Ayude a su hijo o hija a establecer metas realistas que orienten sus esfuerzos; a percibir los éxitos como resultado de sus habilidades y esfuerzos.
- Anime a su hijo a asumir los riesgos que implica abordar tareas nuevas. Si es muy autoexigente o perfeccionista, ayúdele a contentarse con lo que hace. Baje el excesivo
temor a equivocarse y acójalo cariñosamente. - Sugiera a su hijo que pida ayuda a compañeros o profesores, cuando no logra responder a la exigencia de una tarea.
- Puede no estar de acuerdo con una conducta de su hijo, pero eso no significa que lo desapruebe como persona; el amor paterno y materno es incondicional.
- Converse con el profesor o profesora si usted se da cuenta que recibe descalificaciones en el colegio. Sugiérale al profesor un trabajo conjunto con la familia para apoyar positivamente en las áreas más débiles.
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