¿En qué crees?
Por NEVA MILICIC sicóloga
En su libro "Escucha mi voz", la escritora italiana Susanna Tamaro plantea: "A cada niño que nace se le debería entregar un pergamino con dos preguntas fundamentales, que son a las que de alguna forma cada persona debe responder durante su vida.
Estas preguntas son: ¿En qué crees? y ¿Por qué vives? Y posteriormente, con ese mismo pergamino –conteniendo todas las acciones realizadas durante nuestra vida– habría que presentarse ante la muerte".
Estas dos preguntas, sin duda, están conectadas entre sí, ya que de alguna manera lo que creo determina el ¿por qué? y el ¿para qué vivo?
Si usted cree que lo que hace por su familia es importante, trabajará con energía para hacer cosas que la beneficien, para mantenerla unida, arreglar la casa para que se vea más bonita, y lo que es más esencial, pondrá su energía en construir un espacio en que las personas que viven en ella encuentren paz y felicidad.
Y ante la primera pregunta, ¿en qué crees?, la primera creencia que ha de transmitirles a los niños es la certeza de saberse muy queridos y de ser muy queribles.
Los sistemas de creencias guían las acciones de las personas, sean ellas niños, adolescentes o adultos. Si usted, por ejemplo, cree que es posible ayudar a cambiar las cosas, se esforzará por hacerlo. Si, por el contrario, piensa que nada de lo que haga afectará realmente lo que sucede, podrá caer en una actitud pasiva o pesimista y paralizante.
Las creencias familiares se transmiten a los niños de generación en generación y son las raíces de las cuales se nutrirá su actitud frente a la vida. Aunque durante la adolescencia critiquen las creencias de sus padres, tiende a haber un reencuentro con sus raíces posteriormente.
Cuando una madre transmite un mensaje desesperanzador acerca de lo que es posible hacer, ésta será la savia con que el niño o la niña crecerá, y será el prisma a través del cual percibirá la realidad.
Raimundo, un adulto de 36 años que consultó por depresión, después de 2 años de sicoterapia decía: "Me tomó mucho tiempo liberarme de la visión fatalista que me entregó mi padre del mundo. Él me transmitió que el mundo era un lugar extraordinariamente peligroso. Pasé muchos años en mi trabajo más bien defendiéndome que colaborando con otros. Afortunadamente, en la terapia pude rescatar la figura de mi abuelo paterno, que en condiciones muchísimo más desfavorables logró salir adelante".
El rescate de las creencias familiares positivas será la savia del árbol que dará frutos y pondrá energía al actuar. Entonces, preguntarse cuál es el sistema de creencias que les estamos transmitiendo a los niños no es trivial. La respuesta a esta pregunta, ya sea entregada en forma explícita a los niños (de manera verbal) o implícita –a través de los gestos y conductas que reflejan los valores de la familia–, va a explicar en forma importante lo que los niños crean y piensen que pueden lograr, y cuál es el sentido y su misión en la vida.
Neva Milicic.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home