Fin de año, tiempo de evaluar
Por Neva Milicic, sicóloga
En forma más o menos explícita, al llegar un nuevo año las personas reflexionan acerca de lo sucedido y lo realizado durante el año, evaluando lo que ello ha significado para sí mismo y para los otros. En esta evaluación siempre está de alguna manera presente la intención de construir, para el año que se inicia, un proyecto mejor y más acorde con lo que realmente queremos y somos. Con los niños en edad escolar y con los adolescentes evaluar el contexto externo puede ser instructivo y educativo, pero quizás es más formativo darse un espacio familiar de reflexión "en buena" para realizar una autoevaluación y plantearse propósitos.
Evaluar en "buena", es decir, en una actitud positiva, es indispensable porque muchas veces las evaluaciones y las preguntas en esta área se hacen en un contexto de enojo y crítica por alguna situación adversa sucedida. Quizás por ello, que los niños y los adultos asumen una actitud defensiva ante las evaluaciones y son tan renuentes a pensarse y a cambiar. En buena significa, además, mirar al evaluar lo positivo, aquello por lo que se debiera dar gracias o aquello por lo cual es legítimo estar orgulloso. No hay que olvidar que una mirada positiva fortalece y favorece para mantenerse en el camino correcto, estimula a hacer esfuerzos y mejora la relación consigo mismo y la autoestima. Centrarse en lo positivo permite verse como alguien competente y valioso. Todos estos factores explican en forma importante la confianza de las personas en sí mismas y su capacidad de hacer esfuerzos.
Una buena idea es juntarse alrededor de una mesa con unas pocas cosas ricas y un vaso de jugo, en un ambiente cálido y nutritivo, a conversar en torno a preguntas como las siguientes:
a) ¿Qué fue lo mejor de tu año? y ¿por qué? El desafío es nombrar al menos dos cosas positivas, analizando lo que ellas han dejado como huella.
b) ¿Qué fue lo más malo para ti? y ¿por qué?
El niño y usted podrán a lo mejor nombrar un solo aspecto, especialmente si el hecho negativo es muy fuerte y por lo tanto se hace necesario acoger y dar el espacio para que el niño o la niña pueda descomprimirse y pensar cómo ir elaborando la situación, contando con la presencia y el soporte emocional de las personas que más quiere. Si el clima emocional lo permite, otras preguntas que ayudan a autoevaluarse y a planificar son: ¿Qué me gustaría lograr? y ¿qué haría de otro modo? La idea es que aunque algunas cosas nos suceden, y no las podemos cambiar, tenemos un margen de libertad para construir lo que soñamos.
Feliz Año Nuevo.