martes, abril 24, 2007

El ajuste apropiado

Por Neva Milicic Sicóloga
Dos de los mejores investigadores del desarrollo infantil, Thomas y Chess, acuñaron el término del ajuste apropiado para referirse a aquellos padres que logran sintonizar sus formas de relacionarse con las características particulares de cada hijo.
Este concepto tiende a dar cuenta de que no hay recetas únicas, a pesar de lo cual ellos dejan en claro que hay comportamientos de los padres que favorecen el desarrollo del niño. Entre los comportamientos parentales que se consideran más positivos están la capacidad de dar seguridad al hijo, la flexibilidad, la capacidad de entregar afecto a través de gestos y palabras, una adecuada estimulación sensorial e intelectual y cuidado continuo.
El intercambio afectivo entre padres e hijos es la matriz en base a la cual se darán las relaciones afectivas presentes, pero además es altamente significativo para su desarrollo cerebral. Las carencias dejan una huella no sólo sicológica, sino que biológica.
Los padres que son capaces de un buen ajuste son los que logran entre otras cosas percibir los cambios que va experimentando su hijo, y se van adaptando a ellos. Estos cambios - que en ocasiones suelen ser bastante sutiles- exigen estar alerta a ellos y ser capaces de adecuar la estimulación, las exigencias y los cuidados oportunamente a las necesidades de los hijos.
Los niños en los períodos de cambio o previos a una enfermedad suelen parecer más difíciles porque están muy sensibles, irritables y vulnerables, exigiendo en consecuencia una gran adaptación de los padres para ayudarlos a superar sus dificultades.Los niños, cuando están pasando por los períodos difíciles - propios del crecimiento- , suelen provocar sentimientos encontrados en los padres. Por un lado, preocupación, ¿le estará pasando algo? En otros, temor, ¿estaré haciendo lo correcto? Es normal que se sienta a veces rabia y sentimientos de incompetencia, y la sensación de que quizás el niño está manipulando la situación. Pero recuerde, si un niño necesita manipular algo no está bien en su desarrollo emocional.
Muchas veces los cambios en los niños se manifiestan en problemas con el sueño y con hipersensibilidad. Cuando son pequeños es frecuente que tengan crisis de llanto y que estén altamente sensibles.
Estos comportamientos, que son signos de inestabilidad y de inseguridad en los niños, también afectan a los padres, que muchas veces se sienten muy inseguros. La más afectada puede ser la madre, que a veces se altera y puede perder en forma peligrosa la paciencia, cuando justamente lo que necesita un niño que está en un período difícil es calma. Por ello recomiendo no perder el autocontrol y buscar estrategias para descomprimirse y descansar.
Con los niños más pequeños, es normal sentirse sobrepasada, pero es preferible dejar llorar al niño que, en un arrebato de rabia, zamarrearlo. Los zamarreos en los niños pequeños pueden producir algún tipo de lesión cerebral. El llanto de los niños es muy exasperante para los adultos, y es así exactamente para que los adultos sientan la necesidad imperiosa de atender al niño, para que deje de llorar.
Una pauta importante de un ajuste apropiado está en atender al niño. Cuando está bien, es necesario estar alerta a sus progresos - sonreírle cuando es pequeño, contestar sus preguntas cuando va creciendo, reconocer sus logros en la etapa escolar- de tal manera que puede percibir la proximidad física y sicológica de sus padres en forma continua y cálida.
Un buen ajuste supone una mirada sobre las necesidades, los gustos, los intereses de los niños, así como de sus temores y sus dificultades. Estar ahí con una mirada atenta, afectuosa y cálida lo ayudará a disminuir sus temores y estimulará sus progresos.

martes, abril 17, 2007

El delicado equilibrio entre el dar y el recibir

Por Neva Milicic, sicóloga
Qué damos? y ¿qué recibimos en la vida familiar? Los hijos aprenden en su familia muchísimas cosas; interiorizan valores, aprenden a generar vínculos personales y desarrollan un sinfín de habilidades específicas. Aquello que les es entregado, y que sienten que reciben de su familia, será lo que podrán traspasar a la suya en el futuro. De ahí la responsabilidad de pensar: ¿Qué les estamos entregando a nuestros hijos? y ¿qué no les estamos dando? Esta autoevaluación podrá ayudarnos a ampliar lo que los hijos reciben. Y esto no es trivial, ya que ello constituye la cultura familiar y es una herencia intergeneracional.
Lo que la socialización familiar entrega es un elemento que influye significativamente en lo que se es y, a su vez lo que se será capaz de dar en el futuro a los propios hijos. Si bien los seres humanos tenemos una gran libertad para reinventarnos y para desarrollar aspectos que a lo mejor en la familia de origen no estuvieron presentes, sería ingenuo negar que lo recibido constituye un ingrediente esencial en lo que se llega a ser.
Si en su familia la tolerancia y la ternura fueron aspectos insuficientemente desarrollados, resultará más difícil que usted transmita estos esenciales componentes de los vínculos afectivos a sus hijos, pero no imposible. Si es capaz de darse cuenta de qué es lo que faltó en la relación con sus padres, puede buscar formas de desarrollarlo, por ejemplo, yendo a terapia, o imitando los modelos familiares que a usted le parezcan que son más completos que el que usted tuvo.
Ambos padres entregan a los hijos aspectos diferentes y aportan a la socialización y ella es enriquecida. Se ha sostenido que las personas buscan en sus parejas aquellos aspectos que le faltaron en su familia de origen. Es decir, si usted siente que le faltó protección o seguridad en su infancia, tenderá a esperar que sea su pareja la que proteja y aporte la seguridad para fortalecer a la familia. Pero si alguien ha recibido demasiado poco, sería peligroso y dañino para la vida familiar esperar que sea el otro quien lo ponga todo. Cualquier relación para que sea satisfactoria para ambos requiere de un equilibrio entre el dar y recibir.
Este ejercicio de pensar qué da y qué recibe en su vida familiar no lo transforme en una forma de agresión. Evalúe cuánto puede dar y cuánto puede recibir, y piense qué es lo que está faltando en su familia y cómo pudieran poner lo que falta entre todos. Aunque las fallas existentes se expliquen por su propia socialización, siempre puede mejorar.
La familia puede ser una oportunidad para reparar y dar a sus hijos aquellos aspectos o carencias que se tuvieron en la infancia y así no repetir de generación en generación modelos de vida familiares poco satisfactorios. Recuerde que estamos influidos, pero no determinados.

viernes, abril 13, 2007

Lideres óptimos: 5 habilidades indispensables

Howard Gardner, de la U. de Harvard, señala que es urgente enseñar hoy a los menores conceptos que se han ido dejando de lado, como el trabajo ético, sintético y disciplinado. ya que serán claves para que surjan líderes que garanticen el avance y mejora de las sociedades.

En el año 2004 y tras un largo debate, en Francia se emitió una ley que prohibía en la escuelas públicas –de carácter eminentemente laico- los símbolos religiosos o que los alumnos los exhibieran, como el velo que deben usar las hijas de las familias musulmanas.

Fue esto lo que llevó a pensar al sicólogo Howard Gardner, padre del concepto de las inteligencias múltiples y académico de la U. de Harvard (EE.UU.) que en el futuro las sociedades que impusieran criterios discriminatorios de cualquier tipo -y en un mundo hiperconectado- serían caldo de cultivo para rencores subterráneos, movimientos violentos e incluso vientos de guerras.
La estabilidad y el avance de la sociedad estarán en manos, de líderes que posean cualidades indispensables para lograrlo. Pero las presiones y demandas actuales van en otro sentido: hoy fomentamos el rendimiento cognitivo individual, la competitividad y el éxito en el corto plazo, que conspiran contra por ejemplo; la tolerancia y la ética. "Necesitamos trabajar ahora en el desarrolo de líderes modelo, tanto en el sistema escolar como en las comunidades".

En Five minds for the future www.howardgardner.com su último libro delimita estas cinco habilidades.
  1. La Mente disciplinada. Para Gardner hoy se hace énfasis en las metas logradas y no en el proceso para conseguirlas: "Implica enseñar a nuestros niños a trabajar firmemente por un objetivo, pero reconociendo todo lo que aprenden y mejoran en el proceso". Este estilo de pensamiento favorece y mejora la calidad del trabajo en cualquier área y "para potenciarlo debemos reconocer un trabajo ordenado tenaz y persistente aunque no necesariamente consiga la meta".
  2. La capacidad de la Síntesis. No apunta a la habilidad de reducir o comprimir el conocimiento sino de tomar distintos elementos y darles un sentido mayor. Si se enseña a los niños a tomar información de fuentes dispersas, categorizar entender y evaluar objetivamente, podrán organizar el resultado en distintos sentidos y aprovechar el más útil. Esto para Gardner, será vital en una sociedad donde el trabajo con personas implicará aprovechar las potencialidades de cada individuo al servicio de un fin mayor.
  3. Habilidad creadora. A las personas creativas se les ocurren cosas; los creadores en cambio visualizan cosas nuevas, pero las llevan a lapráctica visualizando qué elementos obstaculizan el avance de un proyecto, previendo nuevos problemas y ofreciendo soluciones. Gardener sostiene que pensar "en cosas nuevas" es distinto de ponerlas en marcha, cautelar que funcionen y que sean mayores los beneficios que los costos.
  4. Una mirada respetuosa. La tolerancia mal entendida fue lo que llevó a Gradener a pensar que el verdadero respesto es aquel que está consciente de las diferencias de razas, credos religiosos o ideologías, y que las respeta como tan valiosas como la propia. La mutua validación, generará a futuro una verdadera tolerancia y bloqueará el camino a conflictos fundamentales.
  5. Etica, el principio de todo. Estamos en un mundo donde el éxito individual es visto como la máxima prioridad. Sumado a la competitividad mal aplicada, forman la base de un comportamiento antiético, que se rija solo pensando en el beneficio personal y no habrá lazos sociales que resistan. "Si no enseñamos a nuestros hijos desde la base de una conducta ética, tendremos un mundo donde nadie confiará en los demás, los individuos con dinero y poder serán los que dominen todo y la vida será algo sucio, brutal y demasiado corta" concluye.

Las dos caras de la timidez

Por Neva Milicic, psicóloga
Prácticamente todas las personas se definen como tímidas en algún área. Cada vez que en un curso expongo sobre la timidez pregunto cuántas de las personas que están en la sala se autodefinen como tímidas y nunca deja de sorprenderme que la mayoría de ellas levante el brazo. Hay quienes no se atreven a hablar en público, en tanto que otras personas no se arriesgan a defender sus derechos y se dejan pasar a llevar. Antiguamente se atribuía la inhibición a diferencias educativas, en la crianza de los niños, ya sea por sobreprotección o por autoritarismo de los padres o a la falta de oportunidades de contacto social.
Sin embargo, si bien estos factores influyen de alguna manera en la generación o mantención de la timidez, hay también condiciones genéticas que dificultan el desarrollo social. Kagan, un investigador del desarrollo infantil, ha encontrado en veintidós bebés identificados como inhibidos que en ellos la amígdala que está en los dos hemisféricos cerebrales reaccionaba en exceso a la resonancia magnética. La amígdala tiene por función extraer el significado emocional de las señales no verbales, ya sea un cambio de postura, un ceño fruncido o un respingo de nariz, y como no está conectada con los centros de lenguaje procesa la información en forma subliminal, no pudiendo semantizar claramente de donde proviene su miedo.
Es la alta reactividad de la amígdala la que explica que los niños tímidos se asusten en extremo frente a las situaciones novedosas, en tanto que los niños con baja reactividad en estos circuitos neurológicos son más extravertidos y abiertos a los cambios.
Sin embargo la buena noticia es que este mismo autor siguió a los niños tímidos por más de veinte años, descubriendo que ellos podrían sobreponerse a su predisposición genética cuando los padres los alentaban a aprender a compartir con los otros.
En este sentido, dice Kagan, el temperamento puede contribuir a los resultados en la personalidad adulta, pero no los determina en forma absoluta, ya que el sesenta por ciento de los niños tímidos crece saludablemente, superando los miedos.
El niño puede ir aprendiendo a sobreponerse a los miedos, practicando conductas sociales de diversas formas. Cuando son pequeños, es de gran utilidad ayudar a los niños a aprender a responder adecuadamente a las demandas sociales. Por ejemplo, practicar el cómo iniciar una conversación o cómo responder a las preguntas que le hacen las personas que recién conocen, los impulsa a superar los miedos. También a través de la simulación y teatralización de situaciones es posible ir desensibilizándose a los miedos.
Si bien la timidez tiene una base genética clara y como dice Goleman, en su libro "La inteligencia social", la crianza no puede cambiar cada uno de los genes, ni modificar cada tic neurológico, sin embargo lo que los niños experimentan día a día esculpe sus circuitos neurológicos. Por tanto, aquí van algunas sugerencias que pueden ser útiles para ayudar a los niños a superar su timidez.
- Primero, no los etiquete como tímidos, eso sólo agravará el cuadro. Recuerde que sus palabras moldean la percepción que su hijo hace de sí mismo.
- Ayúdelos a enfrentar las situaciones sociales, acompañándolos con serenidad, explicándoles que la primera vez que uno hace algo es normal tener miedo.
- Esté atento a sus progresos y señáleselos efusivamente, describiendo lo que hizo.
- Intente que tenga un amigo cercano, que sea más audaz que él, con el que tenga la posibilidad de juntarse con frecuencia. Hay pocas cosas más segurizantes para un niño tímido que tener "buenos vínculos sociales" y qué mejor para ello que un amigo verdadero.
- Aumente las oportunidades sociales para que el niño vaya desarrollando competencias sociales por modelo y aproximaciones sucesivas.
- Desarrolle la confianza en sus capacidades dándole la mayor autonomía posible.

jueves, abril 05, 2007

Cómo conectarse con la generación "@"

Por Neva Milicic, sicóloga
La generación "@" , según Florian Huber y Cristoph Neuschffer, abarca niños de entre los 12 y los 19 años, quienes tienen gran interés en la tecnología y que la dominan.
Los padres que han nacido en generaciones anteriores corren el riesgo de concebir la computación como un enemigo, más que como un instrumento útil. Es necesario evitar que la tecnología nos distancie, es necesario intentar aprender los rudimentos de la computación, y ¿por qué no utilizarlos como medio de comunicación con los hijos? Mandar un mensaje de texto amoroso, por ejemplo, deseándole un buen día. Los niños y las niñas se quejan y tienen la sensación de que sus padres no los comprenden, y que están todo el día prohibiéndoles sentarse frente al computador, sin proponerles alternativas entretenidas.
La revolución educativa que significa navegar "online" no tiene parangón en la historia, y si bien supone "riesgo", no se puede negar que tiene enormes ventajas y no sería sabio marginar a los niños del acceso a la tecnología.
Hay una diferencia marcada en el uso que hacen del computador los niños y las niñas. Los hombres se sienten más atraídos por los juegos y la navegación en internet; en tanto, las mujeres utilizan el computador para comunicarse y para hacer tareas escolares.
Ciertamente, es un riesgo que el niño pase demasiadas horas frente al computador y sea un mecanismo de evasión, para no enfrentar sus dificultades académicas o sociales. Algunas preguntas para saber si el niño/a está en proceso de ser un adicto:
¿Ha dejado de desarrollar otras funciones y pasa demasiado tiempo en el computador? ¿Se junta poco con amigos? ¿Reacciona en forma desproporcionada, cuando se le pide que deje el computador? ¿Ha bajado su rendimiento académico?
En estos casos hay que llegar a acuerdos sobre el uso de internet, sin ofuscarse. Algo similar debe hacerse con los videojuegos y la televisión. Esta delimitación debería ser a través del diálogo más que de la imposición.
El tema de los contenidos a los que tienen acceso en internet es más complejo, ya que aunque hay alguna posibilidad de filtrarlos, no es fácil para un lego en computación. Una alternativa mientras los hijos son pequeños es que el computador esté en un espacio común, en que los padres circulen con frecuencia y nunca en sus piezas, ya que el control del tiempo y el contenido se torna casi imposible.El computador es muy útil para aprender y encontrar información. Haga que se transforme en un vínculo entre usted y sus hijos y no permita que sea algo que los separe. El niño tiene que entender que las reglas no son porque el computador sea malo en sí, sino que todo exceso puede crear adicción.
Neva Milicic.